viernes, 11 de febrero de 2011

Antecedentes.

Tras la victoria cristiana en Las Navas de Tolosa (1212), el destino de Las Tablas de Daimiel quedará unido a la Dehesa de Zacatena, pero también a la historia de la Mesta y a la política de la monarquía castellana.


Es en la Edad Media cuando Zacatena se convierte en una dehesa, acotada, protegida y cerrada para su mejor aprovechamiento. El propietario es la Mesa Maestral, rentas y propiedades asociadas al cargo del Maestre de la Orden de Calatrava que pronto se convertirá en el principal señor feudal de la zona. Ésta orden militar y religiosa será la principal responsable del proceso de conquista del Guadiana y de la posterior repoblación y administración del territorio.


Si en un primer momento el principal beneficio de la dehesa son los pastos para las yeguas del cercano Castillo de Calatrava la Vieja, desde la Baja Edad Media hasta la Edad Contemporánea serán miles de cabezas de ganado de oveja merina las que se aprovechen de las fértiles "yerbas" de Zacatena. Muchos rebaños llegan a la zona en invierno desde las sierras del norte en lo que se conoce como la trashumancia. Son largos viajes realizados por pastores y rebaños en busca de los mejores pastos. La Dehesa de la Serena, el valle de Alcudia y Zacatena serán algunos de los principales destinos de estas rutas. De regular la trashumancia se encargó la Mesta.


El negocio que supone la lana merina y su importancia para la economía castellana hacen necesarias instituciones como la Mesta, asociación de pastores serranos de ganado trashumante que pretenderá tener jurisdicción en todos los asuntos referentes a los rebaños de la "cabaña real". Los reyes apoyarán a la Mesta dotándola de privilegios que fortalecerán su poder.


Este apoyo permanece en la Edad Moderna, aunque cada vez surgen más problemas debido al incremento de la población que presiona sobre las tierras para roturarlas frente a la defensa de los ganaderos por asegurar los pastizales. Los Reyes Católicos establecerán medidas reguladoras como la disposición para arrendar en bloque las dehesas del Valle de Alcudia y La Serena y las de las mesas maestrales de Calatrava y Alcántara y luego repartirlas entre los hermanos de la Mesta, sin asignar a ninguno más terreno del que necesitase para su ganado, o el "privilegio de posesión" que limitaba la capacidad de los dueños de las dehesas de disponer libremente de ellas e impidiendo, por ejemplo, efectuar roturaciones  mientras hubiera un ganadero con posesión adquirida para sus rebaños interesado en aprovecharlas. El objetivo final era proteger el principal producto que equilibraba la balanza comercial castellana: la exportación de lana merina.


Por otro lado, las órdenes militares, grandes propietarias de las dehesas del sur, llegaron a tener tal poder que la Corona intentó que estuvieran bajo su control, proceso que culminó con los Reyes Católicos cuando obtuvieron la administración de los tres maestrazgos (Calatrava, Santiago y Alcántara) e iniciando una nueva etapa donde los bienes de la Orden de Calatrava y, sobre todo, los de su Mesa Maestral dependerán de la política realizada por los sucesivos reyes castellanos.


En conclusión, a comienzos de la Edad Moderna, Zacatena era un coto redondo y cerrado para aprovechamiento de los ganados de la Mesta, principalmente, y administrada directamente por la monarquía. En lo sucesivo, el deseo de los monarcas será, como  mandó Felipe II que cazó tres veces en la dehesa, que "se guardase muy bien".

No hay comentarios:

Publicar un comentario